Después de varios meses de debate, el Gobierno del Reino Unido aprobó en abril de 2024 en denominado Plan Ruanda, un proyecto que pretendía enviar a ese país africano a los inmigrantes ilegales e indocumentados que atravesaran el Canal de La Mancha. El Reino Unido declaró antes a Ruanda como un país «seguro» para poder enviar extranjeros que hubieran llegado a las islas británicas irregularmente, incluidos los solicitantes de asilo, pero el nuevo Gobierno británico no está por la labor.
Este plan, que contó con el visto bueno del primer ministro Rishi Sunak, a su juicio supondría «un cambio fundamental» para la inmigración ilegal, puesto que actuaría con efecto «disuasorio», aunque desde su propuesta fue muy criticado por distintas organizaciones sociales.
El Plan Ruanda contemplaba que cualquier solicitante de asilo que hubiera entrado en el Reino Unido ilegalmente después del 1 de enero de 2022 podría ser enviado a Ruanda, donde serían procesadas sus solicitudes de asilo, aunque también preveía que a quien se les rechazase la solicitud podría pedir establecerse en Ruanda, pero ya en ningún caso podrían volver al Reino Unido.
Este plan se inspiraba en uno ideado por Australia unos años antes y se amparaba en la firma de un convenio entre el Reino Unido y Ruanda en mediados de 2022, por el cual el Gobierno británico se comprometía a entregar a Ruanda 150 millones de dólares a cambio de recibir a los migrantes . Pero no llegó a ponerse en marcha aón con Sunak en el poder debido a impedimentos legales señalados por la Corte Suprema del Reino Unido.
El plan, que preveía que hasta 52.000 de los más de 100.000 solicitantes de asilo en el país podrían ser deportados en cinco años, se concretó con el Gobierno de Sunak, que desciende de inmigrantes indios, pero no ha tenido continuidad con Keir Starmer.
El Reino Unido pretendía incluso extender este plan a otros países. De hecho, El Gobierno británico había propuesto a los gobiernos de Botswana, Costa de Marfil, Costa Rica y Armenia firmar pactos similares. Sin embargo, después de que Keir Starmer y el Partido Laborista ganaran las elecciones, Starmer anunció que el Plan Ruanda se cancelaría y sería reemplazado por el Comando de Seguridad Fronteriza.
El costo total del Plan Ruanda se estima en 700 millones de libras y, en la práctic, tan solo cuatro inmigrantes fueron reubicados voluntariamente mientras estuvo en vigencia.
Un país conocido por su genocidio
En 1994, Ruanda vivió el episodio más violento de su historia. El denominado genocidio de Ruanda fue un intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hutu de Ruanda entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994, en el que se asesinó aproximadamente al 70% de los tutsis. Entre 500.000 y un millón de personas fueron asesinadas
Además, la violencia sexual fue generalizada. Entre 250.000 a 500.000 mujeres fueron violadas. Los asesinatos masivos se iniciaron tras el atentado, el 6 de abril, contra el presidente ruandés Juvénal Habyarimana y el presidente burundés Cyprien Ntaryamira, ambos hutu, que murieron tras ser derribado el avión en el que viajaban por dos misiles lanzados desde tierra.
Han pasado 31 años y la responsabilidad por ese ataque sigue sin estar clara. La mayoría de las teorías proponen como sospechosos al grupo rebelde tutsi Frente Patriótico Ruandés (FPR) o los extremistas del «poder hutu» que se oponían a la negociación con el FPR.
Bluesky