Una suerte de calma tensa se impone en las últimas horas en los mercados a la espera de conocer los datos de inflación de EEUU, que marcan la agenda economía del miércoles y que serán claves para obtener pistas que indiquen que camino tomará la Reserva Federal en materia de política monetaria.
La publicación del indicador de precios en el país norteamericano llega en un momento crucial para los mercados globales, tras los datos de empleo estadounidenses publicados este viernes, que mermaron las expectativas de un recorte de los tipos de interés de la Fed.
«Un IPC alto se traducirá en un dólar más alto y tasas más altas, lo que significa un ajuste general de las condiciones financieras para Asia«, señala Kok Hoong Wong de Maybank Securities en declaraciones a Bloomberg.
La consolidación de las bolsas estadounidenses en las últimas semanas sugiere la posibilidad de que se asista a un proceso más correctivo que consolidativo en el mercado europeo, que pese a los vaivenes se mantiene por encima de los primeros soportes a los que se enfrenta.
El soporte está situado en los 4.800 puntos del EuroStoxx 50 y en el Ibex 35 español, está en los 11.300 puntos. «La pérdida de estas referencias podría marcar el inicio de una caída que, como vengo señalándoles desde hace unas semanas, podría provocar una réplica del terremoto visto el pasado mes de agosto.
Si eso sucede, el S&P 500 se dirigiría a buscar la zona de los 5.500 puntos, que además coincidiría con su media de 200 sesiones«, destaca Joan Cabrero, analista técnico y director de estrategia de Ecotrader.
La parte superior del hueco que abrieron las bolsas de Wall Street tras la elección de Donald Trump como nuevo presidente de EEUU, bautizados como el Hueco de Trump, actúa como un barómetro clave para determinar si una eventual caída o consolidación en el mercado estadounidense podría derivar en un escenario correctivo más amplio, similar al terremoto visto en julio, cuyo clímax se alcanzó el pasado 5 de agosto.
El ‘barómetro clave’ para calibrar las caídas
«Hay que vigilar si la parte inferior y último soporte de los 5.780 puntos es capaz de frenar la presión vendedora en el S&P 500, señala Cabrero. «Si pierde también ese soporte se vería confirmado sin ningún tipo de género de dudas un patrón de giro bajista en forma de cabeza y hombros que abriría la puerta a que asistiéramos a una probable réplica del terremoto de agosto», destaca.
Una hipótesis que favorecería que Wall Street entrara en periodo de rebajas de enero y abra la puerta a una oportunidad para inversores de comprar el S&P 500 en la zona de los 5.500-5.630 puntos.
