martes 11, marzo 2025
Lo Inexplicable

En el punto de mira: Un club de Asturias denuncia los insultos y acoso a sus niñas de benjamines y alevines: "Vaya marimacho"

El club de fútbol sala asturiano Gijón Fútbol Femenino ha denunciado públicamente los insultos que reciben cada fin de semana varias de sus jugadoras de las categorías base benjamín y alevín en un duro comunicado en el que comparte expresiones como «marimacho» o «esa tiene pirula», que las niñas escuchan en cada partido.

Lo ha hecho en un comunicado en el que expresa su preocupación con una situación que «lleva semanas» repitiéndose en los partidos que disputan.

«Estas jugadoras, de sexo femenino, nacidas en 2015 y 2014, con su correspondiente DNI y licencia en regla, llevan semanas siendo objeto de comentarios ofensivos como «tenéis huevos», «esa tiene pirula», «vaya marimacho» o, en el mejor de los casos, «eso es un niño». Entendemos que estos ataques provienen del hecho de que, a pesar de ser niñas, niñas como cualquier otra, su imagen no parece ajustarse a los estereotipos de feminidad que algunos miembros de familias y cuerpos técnicos rivales consideran adecuados para su edad», detalla el escrito.

Ante una situación ente la que el club se muestra «indignado», anuncia que valoran llevar el caso ante la justicia: «Por ello, estamos valorando emprender acciones legales para garantizar la protección de nuestras jugadoras, quienes, como cualquier menor y especialmente como mujeres, merecen respeto y un entorno deportivo seguro», asevera.

También advierte, por otro lado, que no tolerarán la reiteración de estos casos y que ello podría tener consecuencias deportivas: «Debido a que ya se advirtió a los clubes de la categoría de que tomaran medidas para que esta situación no volviera a repetirse, sin éxito, queremos dejar constancia de que, si vuelve a producirse un comentario de este tipo en uno de nuestros partidos, nuestro equipo se retirará de inmediato a vestuarios y procederemos a llamar a la policía para denunciar in situ a quienes incurran en estas faltas de respeto», añade.

Por último, culmina con una reflexión final que debería ser una máxima en todo el deporte base: «El fútbol sala base es un espacio de aprendizaje y no permitiremos que nadie lo convierta en un entorno hostil para nuestras jugadoras», culmina.

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