El primer ministro de Francia, François Bayrou, ha presentado este lunes a su nuevo gabinete, que incluye figuras clave del macronismo y una pequeña concesión a los socialistas con la elección del ex primer ministro Manuel Valls al frente de la cartera de Ultramar.
Cabe recordar, que Valls, exsocialista, primer ministro durante el mandato de François Hollande y ahora actual miembro de Renacimiento, el partido del presidente francés Emmanuel Macron, fue candidato en la lista de Ciudadanos al Ayuntamiento de Barcelona en 2019. El nuevo ministro de Ultramar hereda así el desafío de responder a la situación en Mayotte tras los devastadores efectos del ciclón ‘Chido’, que llevó a Macron a visitar el territorio la semana pasada y que levantó oleada de recriminaciones por la marginación de la que llevan décadas siendo objeto por parte de la Francia continental.
Entre los principales nombres del gabinete se encuentra la ex primera ministra Elisabeth Borne, que dimitió en enero tras la polémica aprobación de la ley de inmigración impulsada durante su gobierno y que se encargará ahora de la cartera de Educación. También vuelve Gérald Darmanin, quien estuvo al frente de Interior durante cuatro años -incluyendo el mandato de Borne- y pasará a ser ministro de Justicia, así como Aurora Bergé, que volverá a ser titular de Igualdad tras dejar el cargo hace unos meses.
Por otro lado, repiten en el cargo el ministro de Exteriores, Jean-Noel Barrot; el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu; el ministro del Interior, Bruno Retailleau y Rachida Dati al frente de Cultura, según ha recogido France Info. Otro de los guiños a los socialistas es el nombramiento de François Rebsamen como nuevo ministro de Planificación regional y Descentralización, quien fue titular de Trabajo durante el mandato de Valls y ‘número 2’ del Partido Socialista durante la etapa Hollande.
«Provocación»
Poco después del anuncio -realizado por el responsable del Elíseo Alexis Kohler- el líder del Partido Socialista, Olivier Faure, ha calificado el Gobierno de Bayrou de «provocación». «La extrema derecha en el poder bajo la vigilancia de la extrema derecha», ha indicado en un mensaje publicado en la red social X.
Por su parte, la portavoz de La Francia Insumisa (LFI) en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, ha asegurado en sus redes sociales que el Gobierno de Bayrou es un gobierno «lleno de gente repudiada por las urnas» que cuenta con el apoyo de Agrupación Nacional y su líder, Marine le Pen.
La líder de los Ecologistas, Marine Tondelier, ha subrayado en una entrevista con la cadena BFM TV que «las únicas personas que tienen dignidad son aquellas que se han negado a participar en esta farsa» y que en el Ejecutivo de Bayrou hay personas -en alusión a Valls- que han sido presentadas como «izquierda» pero que se separaron de ella «hace mucho tiempo».
De igual forma, el presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha afirmado que Bayrou ha apostado por «la coalición del fracaso». «Por fortuna el ridículo no mata», ha aseverado, agregando que su partido estará ahí «para defender y proteger» a los franceses.
El nuevo jefe del Gobierno francés asumió el cargo de manos de su predecesor, Michel Barnier, obligado a dejar el puesto tras caer por una histórica moción de censura presentada por la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) y respaldada por los de Le Pen ante el último episodio de la crisis por el debate presupuestario abierta en el país. Bayrou, por su parte, ha prometido no recurrir al artículo 49.3 de la Constitución –que permite aprobar medidas legislativas si se supera una moción de censura– a no ser que exista una situación de «bloqueo absoluto» en la Asamblea Nacional francesa.
El NFP -el bloque con más representación en la Asamblea Nacional, formado por LFI, socialistas y ecologistas- ha advertido con anterioridad de que propondrá mociones de censura contra cualquier primer ministro que no sea de su cuerda, por lo que el nuevo Ejecutivo pende de un hilo.